¡Gracias al cine!

escrito por castrodorrey
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Gracias al cine

¡Gracias al cine!

¿Sabes lo que creo Benn?…Que en el mundo, hay dos clases de personas: “Los que se van, y los que se quedan»
Lapidaria y sentenciosa frase, a la que Lee Marvin respondió (con la ronca y característica voz de Benn Ramsom) que más bien le parecía a él, reflexionar por otros derroteros: «Pues yo creo que hay dos clases de personas…los que van a algún sitio, y los que no van a ninguna parte».
Era el sino de una estrella errante.

Y la vida -según «La leyenda de la ciudad sin nombre»- podría muy bien dividirse en dos clases de personas: Los que van al cine y los que no. Y ¡ojalá! todos los que fueran, lo «viesen».
Lleno de frases e imágenes; magníficas fotografías de la vida, que llevan al ser humano por parajes de ensueño; transportador de ilusiones, enorme, que ayuda a engrandecer el espíritu.
¡Así es el cine! Aunque, a veces, sirva para descubrir horrores que nunca debieron existir. Sin contar los que ¡nunca! deberíamos permitir que ocurrieran.

Pero… ¡gracias! de todos modos, a ese tremendo balcón de cultura, ingenio y sensaciones. Para él, todos los elogios. Sin ninguna duda.
Que maravilloso, poderse introducir en un papel cualquiera… en un personaje cualquiera… en un paraje cualquiera… en una vida cualquiera, a través de una pantalla, sentado en una butaca. ¿Hay mayor milagro?
¡Es tan grandioso el mundo del cine…! ¿Quién no ha sido, por una vez (o ha querido serlo)…Michael CorleoneJohn Chisum… Red Battler… «El socio»…»Melita»… Scarlett… Marie…?
Admirar, y ¿por qué no? envidiar, las personalidades de Al Pacino, John Waine, Carl Gable, Clint Eastwood, Nicholson, Hoffman, Newman, De Niro... el único «rostro impenetrable» Brando…

La mejor Olivia de Haviland, o, las incomparables, luchadoras, apasionadas, frías y ¡maravillosas! Vivian Laigth, Ingrid Bergman, Nicole Kidman, Demi Moore, Jodie Foster...

¡Gracias también a ellos! Porque existen, y nos hacen creer en millones de existencias.
Reconocidos conductores de tanta estrella y ¡tantos! deseos, a los que agradecerles las inmensas interpretaciones de miles de historias… Hitchkoc, Speelver, Coppola, Bertolucci, Fellini, Lucas, Scorsese…
Otra vez Eastwood, empeñado en celebrar todas las escalas de ese arte, desde Almería a Holliwood… y de «un puñado de dólares», a «one million dollars baby»… pero «sin perdón» para rozar la gloria de las estatuillas.

Y… la idéntica gloria que nos han dado en nuestro pais, ilustres promotores de igual genio, como Almodóvar, Garci o Amenabar; Berlanga y el maestro Buñuel, sin despreciar un ápice al resto. Para morir en la admiración de actores como Vázquez, Sacristán, Leblanc; pasando por los inconmensurables Rey, Roderos, Merlo, Martínez Soria, Fernán Gomez, Gracia, Landa… ¡¡¡Rabal!!!
O, actrices sensuales y grandísimas que se llamen Maura, López, Randall, Vega, Paredes, Cruz. O sinó, cómicas y entrañables; a veces dramáticas y siempre encantadoras, Morales, Chico, Pávez, Gaos, Aparicio… ¡¡¡¡Velasco!!!

¡Madre mia… Que grande es el cine!
Tanto, que para nombrarlos a todos y a todas, no bastaría hablar con ellas. Nos pondríamos al borde de un ataque… y es posible, que tuviéramos que volver a empezar, una y otra vez. No sin riesgo, de perdernos mar adentro.
¡Gracias al cine!

De Los Santos Inocentes; antes, y hasta hoy, muchos de estos monstruos de la pantalla, han sido capaces de relatarnos cuarenta millones de vidas. La ciudad, con su ajetreo y sus cines, sí, es para nosotros.
Gracias también, de todo corazón, al cine español de ¡cualquier tiempo!

Si pudiéramos hablar con los hermanos Lumière, éstos nos dirían: ¡Llamemos al cine… «CINE»… y… -usando una de nuestras frases coloquiales- dejémonos de películas.

Honremos a los que sólo actuaban, sin podernos enviar sus frases, en aquellos principios de proyecciones. ¡Monumentos a los Chaplin y Keaton!
Y unos cuantos libros para las frases, y las desternillantes comedias de los Max. «Disculpen ustedes, que no les hayamos homenajeado como es debido»
Un cariñoso adiós para los que ya no están, y un reconocimiento indiscutible para una de las pioneras parejas: ¡Hola Stanly!…
… «Hasta siempre, Oli”….

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