(Marta del Castillo) Que pasa con «El Migue»

escrito por castrodorrey

marta del castillo

Ella es Marta del Castillo. Sobrecoge el mirarla. Y aterra la historia de esta pobre niña, que un día conoció «al Migue».

(Este post se publicó en su tiempo, y ahora es buen momento para reproducirlo aqui, pues aún arde en nuestros sentidos el caso <<marta del castillo>>  Y de hecho, han ocurrido otros similares, que denostan nuestra sociedad sin duda alguna)

Así le nombra su novia actual, y la madre de ella: «El Migue nunca me trató malamente…»
Y no es un calificativo de desprecio, sino de pura y dura realidad.

¿Que está pasando, que una cría de catorce años, se queda embarazada -según algunos medios- de un tipo de 20, y encima su madre lo recoge en casa?
Es una desgracia lo que ha ocurrido con esta chica de 17, Marta del Castillo, que sin embargo, sin apartarnos del dolor y la solidaridad con su familia, debemos grabarnos en la memoria.

NO ES NORMAL, ni siquiera de recibo aún de lo avanzado de la vida, que idénticos perfiles se prodiguen como lo están haciendo. Suburbios o céntricos núcleos, que más da, nos devuelven cosas como ésta.

Y una tras de otra.
¿Que hacemos… que hacen, los padres y la sociedad, o las secciones políticas determinadas, para que esto se repita con tantísima frecuencia? ¿Que ha pasado con el caso Marta del Castillo?
Porque no me digan a mi, que lo del tal «migue» -que ni siquiera merece escribir como nombre propio- tiene por donde cogerlo.

Un tio con veinte años, que ya debería ser un hombre responsable de sus actos, aún joven, pero hombre, que es igual a PERSONA, y lo primero que se le ocurre, después de cometer el asesinato, es: DESHACERSE DEL CUERPO DE LA VÍCTIMA.

¿Es que asesinaba como el que toma un café? ¿Es que todos los días, en lugar de ir al instituto, o al trabajo, se va uno a ver donde se deshace de los cuerpos?

¿Pero que pasa?

¿Y qué ocurre con la familia -supuesta familia- que le cobija bajo su techo, amparando sus relaciones con la hija de 14 añitos?

Pues todo es una cadena.

Primero, crece en una sociedad, que debiera preocuparse y trabajar de firme en educar a sus jóvenes debidamente.

Segundo, se educa en una familia desmembrada -que eso de «familia desestructurada» me suena a cantinela- que no anda con pies ni cabeza, a saber, padre y madre que dirijan y reafirmen la unidad formal que se llama así: FAMILIA.

Tercero, en consecuencia de estos dos puntos fundamentales, le supera la irrealidad de lo real, y los valores humanos brillan y relucen por su ausencia.

Que para él, y otros tantos y tantos jóvenes de todavía muy corta personalidad, debe ser la mítica de ladrones, matones y delincuentes varios, de tantos que ven por ahí.

De los que ven en las pelis, muy bien vestidos y con dinero. Mucho dinero que han quitado a alguien, o consiguen vendiendo drogas. ¿Pero que más da? el caso es tener guita.

De esos que «mandan» en los sitios en los que entran, porque los tenderos les temen, y las gentes de buena fe los evitan.

De los que lucen caenones de oro, con medallas que le tapan el pecho.

De los que ya andan con maquinones (motos) o cochazos, sin que nadie se preocupe de ¿donde lo sacan?

De ese perfil, que tanto adoran las chiquitas que van a la disco en las tardes de domingo.

Y todo, porque los mayores les hemos enseñado que, vale más lo que se vea, que lo que se lleva por dentro.

Y todo, porque la sociedad aplaude al ladrón, que se salva de los polis. (No saben ustedes como se festeja en los suburbios, esa clase de películas…¿o si? Y ya en el talego ni cuento)

Y esa misma sociedad, que hace algunos años «se regocijaba» por los garitos viendo al «dioni» con un ojo mirando al cigarro y otro a la boquilla, solo porque había robado un furgón blindado.

¿Porque tenía una guitarra con forma de metralleta, y cantaba? ¡Madre del amor hermoso!!! Y no contentos con eso, encima lo fichan para un programa.

Y todo, porque desde un tiempo a esta parte, la cultura del pelotazo nos ha robado el alma. Así parece al menos con este caso de Marta del Castillo.

Por eso nos sentamos impávidos ante los televisores, para ver una noticia más de lo que pasa en el mundo.

Y nadie le pregunta a la señora Ana Rosa Quintana, cómo, qué afán de protagonismo, le incita a llevar a su programa a la ínclita y actual novia del migue, sin que le entre un repelús por el

cuerpo, al interrogar a una menor ante las cámaras.

Y nadie, responsable político de turno, trata de evitar semejante disparate. ¿Que circo de mierda es este?

Y nadie, nadie, sale a la puta calle a preguntarle al vecinito de arriba, ese que anda con niñas jovencitas; ese que lleva un coche de no te menees, y llega todos los días a las tantas haciendo ruido, ¿Donde te lo buscas, chaval? ¡Anda y trabaja!! Y si no tienes trabajo, se honrado.

Pero eso es mejor decírselo a los políticos: ¡¡¡Anda y trabajad en, por, y para el pueblo, desgraciados!!!

Desde este blog pido: ¡¡¡Cárcel de por vida para «el migue»!!!
«shhhssssttt…pero que no se preocupen los defensores de los derechos humanos, que muy pronto estará en la calle, recorriendo el barrio como un héroe».

Ya lo hace (después de cuatro o cinco años, no se) el descerebrado, desdichado y psicópata que mató a Sandra Palo .

Y escuela de por vida, para que las personas seamos más honorables, y solidarios con la honradez general. Es la única manera de que Marta descanse en paz. Y todas las demás, a las que también llamaremos MARTA.

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